FORMACIÓN Y CIERRE DE LA PLACA NEURAL


FORMACIÓN DEL TUBO NEURAL
La neurulación es el proceso por el cual se forma el tubo neural durante el desarrollo intrauterino. El tubo neural resulta fundamental para la diferenciación de las células del sistema nervioso central, mientras que las crestas neurales, estructuras asociadas a la que nos ocupa, lo son para la formación del sistema nervioso periférico.
En este artículo describiremos las dos fases de la neurulación o formación del tubo neural: la primaria, en la que la placa neural empieza a replegarse sobre ella misma, y la secundaria, que culmina este proceso y permite el desarrollo posterior del sistema nervioso.




¿A qué llamamos tubo neural?
A una estructura embrionaria que  forma el organismo  durante las primeras semanas de la gestación,  el tubo neural termina de cerrarse alrededor de la semana 28 después de la fecundación y es el precursor del sistema nervioso central, compuesto por el encéfalo y  la médula espinal.
Conforme se va dando el desarrollo embrionario el tubo neural sufre cambios importantes y se divide en cuatro secciones: el encéfalo anterior (prosencéfalo), el medio (mesencéfalo), el posterior (romboencéfalo) y la médula espinal. Cada una de las partes anteriormente mencionadas progresará con el tiempo hasta dar lugar a los diferentes elementos que componen el sistema nervioso central adulto.
La mayor parte del sistema nervioso se desarrolla a partir de las paredes del tubo neural,  pero también es relevante el hueco que se encuentra entre las paredes: el neurocele o canal neural ya que esta estructura se transformará progresivamente en los ventrículos y el resto de cavidades del encéfalo, a través de los cuales circula el líquido cefalorraquídeo.

Desarrollo

Después de la fecundación se forma el cigoto que es la primer célula que está compuesta por la fusión de un óvulo y un espermatozoide. El cigoto se comienza a dividir y así lo hace sucesivamente convirtiéndose en un conjunto de células que se denomina mórula. Posteriormente aparece el blastocele, una cavidad llena de fluido, dentro de esta estructura; cuando esto sucede hablamos de “blástula”.
La blástula se divide en tres capas: el endodermo, el mesodermo y el ectodermo. Cada una de estas secciones, indispensables cada una de ellas, dará lugar a distintas partes del organismo. Aquí el ectodermo es una parte muy importante  ya que a partir de éste se desarrolla el sistema nervioso central y periférico.
La notocorda, es una estructura  localizada en el mesodermo, se encarga de enviar señales a las células que se encuentran a su alrededor. Las que no reciben dichas señales se transforman en la placa neural o neuroectodermo, un conjunto de células que ya se han especializado en funciones nerviosas. 
La neurulación primaria consiste en la proliferación de células nerviosas en la placa neural, estas hacen que la placa se transforme en el tubo neural, un paso fundamental en el desarrollo del organismo de los seres humanos.
Formación y cierre del tubo neural
En el proceso de neurulación la placa neural se aplana, se alarga y se pliega sobre sí misma en torno al surco neural, que acaba teniendo forma de U a medida que las paredes se levantan y se forman las crestas neurales, así como el tubo neural. Es en este momento del proceso cuando el tubo está abierto por ambos extremos y nos referimos a los neuroporos caudal y rostral.
Por lo regular estas aperturas se cierran después de unos días pero en algunas ocasiones el tubo no se cierra correctamente, lo cual da lugar a trastornos como la espina bífida (que afecta a la columna vertebral) y la anencefalia (asociada a malformaciones muy graves en el cerebro).
Resulta importante diferenciar el tubo neural de la cresta neural ya que el primero se transforma en la mayoría de estructuras del sistema nervioso central, mientras que el periférico es una progresión de la cresta neural.




Neurulación secundaria

Es el proceso con el que se culmina la formación del tubo neural. No se debe a las señales enviadas por determinadas células, como sucede con la neurulación primaria, sino que se da como resultado del propio desarrollo del tubo neural.
En este proceso se puede asociar la división de las células del tubo neural entre mesenquimatosas y epiteliales. Las primeras se localizan en la parte central del tubo, y las segundas en su región periférica, a medida que estas células se diferencian se forman cavidades entre los dos conjuntos.
Las células mesenquimatosas que se localizan en esta parte del embrión se condensan y forman lo que conocemos como cordón medular; éste, a su vez, se ahueca por dentro hasta dejar paso a la cavidad del tubo neural y este fenómeno se inicia en la región sacra de la columna vertebral.
Podemos afirmar que mientras que la neurulación primaria consiste en el repliegue de la placa neural sobre sí misma, la secundaria se corresponde con el vaciado de la cavidad del tubo neural, muy asociada a la diferenciación de las células del sistema nervioso del embrión.




REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Boyero, S. (2007). Anomalías del desarrollo del sistema nervioso central. Medicine. Recuperado de: https://www-sciencedirect-com.pbidi.unam.mx:2443/science/article/pii/S0211344907746003
Carazo, V. & López, L. (2009). Desarrollo Temprano del Ser Humano. Coevolución neuroambiental. Costa Rica: Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana, CECC/SICA. Recuperado de: http://repositorio.uned.ac.cr/multimedias/neurologia_infantil_basica/pdf/1.pdf 





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